El 23 de noviembre del 2013, al grito de ¡Viva Cristo Rey!, la comunidad católica de México celebró la coronación del Monumento y la consagración de México a Cristo Rey, en el Santuario de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac, y la encabezó el Arzobispo Primado de México Norberto Rivera Carrera y los sacerdotes de la Arquidiócesis de México.
En una ceremonia a la que asistieron más de 10 mil feligreses, el Arzobispo Primado de México aseguró que “luchar contra la mentira, la hipocresía y la cultura de la muerte es trabajar por el reinado de Jesús en nuestra sociedad”.
Instó a los feligreses a no ser cómplices de proyectos o programas “contra la vida humana”, de “fomentar la difusión de la violencia” y aseguró que al ir por ese camino “no nos asustemos de cosechar tempestades si estamos sembrando vientos”.
El Cardenal Rivera Carrera aseveró que "el reinado de Cristo es de justicia y de paz", y señaló que "si se busca la armonía se debe enarbolar la bandera del amor".
A la ceremonia asistieron numerosas familias y representantes de diferentes congregaciones religiosas: franciscanos, dominicos, carmelitas, etc; cantantes y algunos coros que llenaron el Atrio de las Américas.