LA HORA SANTA

La Hora Santa y la Comunión reparadora de los primeros viernes de mes, son de las prácticas más vivificantes en honor del Sagrado Corazón de Jesús. Santa Margarita María de Alacoque, contemplaba constantemente al Corazón de Jesús agonizante en el Huerto de Getsemaní.

Este hecho determina el momento en que la Iglesia toma conciencia de la conveniencia de recomendar públicamente al pueblo cristiano la devoción al Sagrado Corazón, como “resumen de la religión y norma de vida más perfecta”.

(Manual de la Archicofradía de la “Guardia de Honor del Sagrado Corazón de Jesús” en 1904)

El Evangelio ha sido, es y será siempre la verdadera norma para vivir el cristianismo. Ahora bien, el mejor modo de conocer el Evangelio es a través del Corazón de Jesús. Esta devoción nos lleva eficazmente al conocimiento, amor, imitación y unión íntima; nos hace vivir plenamente el Evangelio.

No seremos verdaderamente devotos, es decir, entregados a este Corazón divino, mientras no amemos de todo corazón a nuestros hermanos y tratemos de hacerles el mayor bien posible con la mayor delicadeza.