EL APOSTOLADO DEL PADRE MATEO

La inspiración que tuvo el Padre Mateo en Paray-le-Monial del apostolado de la Entronización, puede resumirse en una invitación a reavivar en las familias el don de la fé recibida en el Bautismo; un compromiso tanto familiar como social para ser testigos de Cristo resucitado que “siempre está con nosotros”.

Una invitación a meditar y responder al amor infinito de Dios, patente en las Escrituras y manifestado en el Corazón de Jesús. Una réplica familiar al amor de Dios concretizado en un rito casero, en donde la familia reconoce públicamente el Señorío de Jesucristo, poniendo su imagen en un lugar distinguido de la casa; haciendo un compromiso formal manifestando, no algo pasajero, sino el comienzo de un nuevo estilo de vida.

Como la levadura en la masa, las familias-testimonio de la Entronización poco a poco impregnan a la sociedad con el espíritu del Señor resucitado, “un espíritu de verdad y vida, santidad y gracia, justicia, amor y paz”, hasta alcanzar el reinado social del Sagrado Corazón.