HISTORIA CRISTO REY EN EL CERRO DEL CUBILETE

La Consagración fué adoptada el 11 de octubre de 1924, durante el Primer Congreso Eucarístico Nacional, por los obispos mexicanos en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, justamente cuando iniciaba el período más violento de la persecución religiosa en el país.

Posteriormente el 11 de diciembre de 1944, se construyó un monumento dedicado a Cristo Rey en el cerro de “El Cubilete”, el cual fué bendecido por el Obispo de León, Don. José Guadalupe Albino Emeterio Valverde Téllez.

Este monumento Cristo Rey fué construido los arquitectos mexicanos: Nicolás Mariscal y Piña y José Carlos Ituarte González.

El Monumento comprende dos partes: Una basílica-esfera que simboliza el universo y sobre ella, de pie, la estatua de Cristo Rey con dos ángeles que le ofrecen dos coronas: la del martirio y la regia. La estatua, de estilo helénico, simboliza la Divina Realeza de Cristo Señor del universo.

«El Cubilete», considerado el centro geográfico del país, es conocido como la Montaña de Cristo Rey, faro de quienes sufrieron la persecución religiosa en el país entre 1924 y 1940.

Convirtiéndose en centro de reunión del catolicismo mexicano para recordar las invocaciones de «Viva Cristo Rey» y «Santa María de Guadalupe» con las que muchos combatientes «cristeros» entregaron su vida.

Posteriormente el 21 de junio 2006, con motivo de la visita a México de las reliquias de Santa Margarita María Alacoque, confidente y apóstol del Corazón de Jesús, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) en su 81ª Asamblea Ordinaria (24 a 28 de abril de 2006) aprobó la Renovación de la Consagración de la Nación Mexicana al Sagrado Corazón de Cristo Rey.

La renovación tuvo lugar el viernes 23 de junio de 2006, en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, en el Monumento Nacional a a Cristo Rey de «El Cubilete» en Guanajuato, en el marco de una concelebración eucarística de los obispos de México, presidida por Monseñor José Guadalupe Martín Rábago, Obispo de León y Presidente de la CEM, con la presencia de sacerdotes y laicos de todo el país.